TOTE, un cariñoso Yorkshire ante los adultos, pero... con la presencia o cercanía de NIÑOS, se convertía en otro perro, gruñendo, ladrando y haciendo amagos de ataque.
Después de pasar un susto con un sobrino pequeño, la dueña decidió ponerse en contacto con nosotros.
Con la adecuada Terapia y en sólo 5 sesiones, ahora tolera totalmente la presencia infantil sea de la edad que sea y se ha convertido en un compañero tranquilo ante cualquier celebración familiar.
YUSCA y JARA . Una madre y su hija que aprendieron a ser agresivas con otros perros después de vivir en la parcela de un chalet.
La falsa creencia de que los perros no tienen necesidad de ser sacados y paseados estando en una extensión de terreno, ha producido y produce, agresividad hacia otros CONGÉNERES en el 90% de los perros que sufren ese encierro.
A punto de ser denunciadas, tras varios ataques, después de 2 meses de terapia JARA aprendió a jugar con los de su especie y YUSCA toleraba la cercanía de otros.
BOWIE, no sabía relacionarse con otros perros o personas. Una falsa idea de su labor hacia que "defendiera" su entorno con agresividad y no permitía el acercamiento sin riesgo.
Edificando un idioma común, sentando reglas y socializándole con personas y animales, hoy ya no necesita bozal y tiene amigos propios entre sus congéneres.
WINNIE, de nuevo un yorkshire que por falta de una correcta educación, tenía la costumbre de morder a casi cualquier ser vivo que se acercara, poseyendo además algunas obsesiones adicionales como no dejarse poner el collar y acabar con cualquier CORREA que se le pretendiera poner.
PERROS y/o PERSONAS pasaban a ser sus objetivos si osaban acercarse demasiado, especialmente los HOMBRES (incluido el dueño) propinando potentes mordiscos.
Hoy en día disfruta con las caricias y ve con lógica tranquilidad que otros animales le olfateen.